Ángel

Tantas veces comencé a escribir esto y esas tantas deje de hacerlo. ¿Por qué? No lo sé; miedo tal vez, respeto... O porque no hay palabras suficientes u adecuadas para expandirlo todo.

No hay un simple día que no me acuerde de ti; ni uno. Todo cambió desde que dejaste tu vacío a medida que te ibas alejando. Pero sigues con nosotros; cada segundo, cada instante del día estás presente, siempre. En nuestras memorias, en nuestros pensamientos, en nuestras charlas, en nuestro día a día, en cada recuerdo... En todo. Porque siempre fuiste y serás la alegría de cada momento, de cada día. Siempre fuiste esa fuerza que tanto deberían admirar...

Se que tal vez era algo pequeña, no más que tú, pero ahora todo se ve más claro que en ese mismo instante: cada detalle, cada palabra, cada roce, cada suspiro, cada lágrima, cada carcajada, cada sonrisa, cada juego, cada broma, cada enfado, cada todo... brotan cada día en mi cabeza, cada día.

Esa fuerza, esa ilusión, esa esperanza por mirar hacia delante y ver un futuro, esa sonrisa que te daba la vida.
Recuerdo esas carcajadas que tanto incitaban a reír, recuerdo esas bromas que tanto nos hacían reír, recuerdo esos enfados de simples críos, recuerdo esas lágrimas que pudieron evitarse en ocasiones... Y en mi cabeza; una frase que jamás debí haberte dicho. Recuerdo; recuerdo tantas cosas... Tu sonrisa a veces parece caminar en la cara de otro chico; algunos gestos me hacen recordarte y me dejan ausente por unos segundos mirándolos atentamente; intentando volver a verte...

Ahora miro alrededor y solo veo a personas a las que todo les da igual; que no aprecian la vida; que no aprecian cada diminuto detalle, por muy pequeño que sea; muchos hubiesen deseado tenerlos... Muchos hubiesen deseado tener esa oportunidad de seguir mirando hacia un futuro, hacia un día a día sin tener la certeza de que ese nada se acerca. Muchos hubiesen deseado tener tan solo un día más; un día mas en el que sentir una caricia, una sonrisa, un simple gesto, una mirada, un abrazo, un beso; en el que oír un te quiero.

Rabia al ver como todos desperdician cada segundo de su vida, como el egoísmo y la ignorancia les ciegan. Como hacen lo posible para olvidar la vida y sumergirse en una mera irrealidad en la cuál las risas son fruto de productos marchitantes...
Como gritarle al mundo todo lo que cambiaron las cosas desde que te fuiste. Como gritarle al mundo lo especial que fuiste... lo injusto que es todo. Ocho añitos en esta vida no es nada... Aprovechen cada año como si fuese el último... sin miedos, sin limites... 
Una segunda oportunidad puede llegar a serlo todo a veces.

... cada día se hace más presente tu recuerdo, porque siempre lo estás. Siempre, mi ángel.