Es como oír el latido de mi propio corazón y no ser capaz de pararlo.
Como pisadas en la oscuridad. No sé si quiera si está ahí.
Esa idea es como un tap, tap, tap… como un grifo que no cierra bien, cuya idea no desaparece ni de día, ni de noche, monótono, lento e insistente como el latido de un pulso que no se detiene, como un reloj que nunca apaga su tic tac.
Tic tac, tic tac…
El miedo impide respirar, los nervios asfixian… Nadie debe saberlo… Es solo una sombra, solo un susurro…
Un grifo que gotea noche y día…
Quizás el contarlo a alguien hace que eso se vaya…
Por favor, por favor… déjame sola… vete.
Por favor, no estés ahí.
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