jueves, 31 de marzo de 2011

Ausencia

Hay días que sientes que nada se ha acabado, piensas que aún te queda mucho por delante para ser feliz y para disfrutar en la vida, días en los que tienes intenciones de dejar todo lo pasado y todo lo que te lastimó atrás, te sientes contenta, con ánimos para derribar todos los impedimentos que se te crucen. Pero, aún así hay algo, algo dentro de ti que te hace pensar, pensar, pensar… Algo que en esos momentos de supuesta felicidad te duele por dentro, te hace querer aparentar lo que verdaderamente no sientes… Intentas convencerte a ti misma de que no vale la pena… que hay cosas más importantes por las que estar mal… Pero hay veces que no lo consigues, esa debilidad te vence… y duele, duele, a veces hasta parece arderte todo por dentro hasta no dejarte respirar durante instantes… Como todo, en esos precisos instantes, se vuelve del revés, como tu vida en tan solo un momento da un giro impresionante sin avisarte, sin permiso… No se sabe expresar en momentos así lo que se siente, no hay palabras para ello, o quizás si, pero aún no las encuentro. Es difícil todo, por que nada es como antes, es difícil aparentar lo que no se desea a veces, es difícil decirse a una misma ``hay que continuar por que nada acabó´´ y empujarte a seguir con todo lo demás y ya no solamente por una misma…  Hay días, también, que te sientes insegura contigo misma, no sabes nada de lo que ocurre a tu alrededor y te culpas de todo… Sigues estando igual, pero esta vez te encierras y dejas mostrar tu verdadero estado, sola en el silencio… Por que verdaderamente es el único que te escucha, que te entiende, que te abraza, que te arropa, que te ayuda, que te respeta… Quieres que todo esto acabe, te gritas por dentro que pare, que termine, que nada a pasado… pero la realidad es dura… A veces hasta un punto inimaginable… Y, hay días, también, en los que te despiertas y suspiras, creyendo que todo fue un sueño, pero te espabilas y vuelves a la verdadera realidad…ya incluso hasta en sueños nada te abandona… cada noche igual, una, tras otra… ni los sueños te hacen olvidar las cosas por un instante… ¿acaso hay pesadillas peores que la realidad?... yo lo dudo.
Lo peor es que la realidad, cada sentimiento, cuando lo pruebas, es como la droga, te hace depender de ello para continuar… Y que, cuando hechas de menos esas sensaciones, o cuando te las quitan sin motivo alguno… pasas al estado inexplicable, al estado de ausencia…
Ausente en todo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario