domingo, 1 de mayo de 2011

Página de pañuelo

Sonó el despertador. Alzo la mano para apagarlo. No se apaga, sino que por el contrario; escucho tu voz. No me molestó, simplemente me sorprendió.
Simplemente querías escuchar mi voz, decías. Simplemente querías saber de mí, decías. Simplemente querías saber que pensaba yo en ese mismo instante, decías. Simplemente te apetecía estar conmigo en ese mismo instante, decías. Simplemente... Simplemente me hiciste prometer que no diría nada en contestación a las palabras que me dirías, lo prometí.
Esas palabras... No entiendes, decías. No entiendes que después de este poco tiempo en el que nos hemos querido tantísimo... haya terminado. No entiendes que después de decirte te amo, nada quede. No entiendes que después de decirte te quiero, nada quede. No entiendes el porque si me quieres no puedes estar conmigo. Que me quieres mucho... Que no hace falta que yo diga nada, que me entiendes. Que si así lo he querido lo respetaras, pero que necesitabas decirme estas cosas. Palabras... Palabras... Por primera vez puedo decir que las palabras me demostraron cosas... Tu voz al decirlas... mis lágrimas al oírlas...
Que aún así, a pesar de todo, no hayas dicho "necesito alejarme de ti" como suelen decir. Que a pesar de todo me hayas seguido tratando igual, con tanto buen rollo como al principio.
Volví a recordar nuevamente ese dolor... Ese dolor inexplicable... Saber que alguien te quiere tanto como dice. Saber que alguien te a demostrado tantísimo ese amor que siente por ti... Duele. Duele sentir que me quieran, duele sentir que me amen cuando no puedo... No puedo...
No puedo. Demasiadas cosas buenas... y demasiadas paranoias nos rodeaban con respecto a todo, tanto a ti como a mí. Y las cosas así no podían seguir; eres demasiado PERSONA para querer acabar mal contigo, para querer perderte hasta como amigo.
Di el paso porque de pronto mis miedos desaparecieron... y con ello llegó la conclusión de sentir seguridad. Di el paso porque podrías enamorar a cualquier persona si te lo propusieras, pero solo me quisiste enamorar a mi...
Di el paso porque el dolor desapareció dejando paso a la ilusión nuevamente y a la seguridad de que el pasado quedó atrás.

Yo no he dejado de quererte. Hay muchas maneras de querer a una persona. Sean por las circunstancias o sea por lo que tenga que ser. Nunca vas a dejar de existir en mi cabeza, en mi corazón. Porque como tú, dudo que haya alguien más... lo dudo demasiado. Me has tratado como lo que me llamabas; Reina y lo más fuerte de todo, es que así me sigues tratando.
Siento seguir atascada a alguien que no se lo merece. Siento seguir soñando cada noche, cada una de ellas, con alguien que no se lo merece tal vez, con alguien que pensé no volvería a pensar más, con alguien que pensé que ya formaba parte del pasado por completo. Pero de un día para otro me di cuenta que ese alguien sigue formando parte de mi presente; porque sigue en mi mente a cada instante, porque sigue en mis sueños a cada momento; y los sueños dejan sensaciones demasiado reales a veces y te hacen poder olvidar menos aún. Rabia. Rabia de que algo que no tiene sentido me deje aquí sentada a cada momento. Rabia de pensar que ame, que ame de verdad, que lo di todo con cada entrega, con cada beso, con cada lagrima que solté a veces cuando me tenías entre tus brazos, lágrimas porque sentía algo inexplicable... sentía ufff... y las lágrimas eran mi forma de expresar ese sentimiento que tan bien me hacía. ¿Acaso lo mereciste? ¿Acaso no lo merece esta otra persona que tanto me esta queriendo, que tanto me está demostrando?
...

2 comentarios: